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En ocasiones nos cuesta demasiado ir al dentista, muchas personas no lo tienen como un hábito, y la visita se produce alertado por algún síntoma de dolor. Pero no debería ser así, sino más bien un hábito saludable, una rutina periódica

 

Puede que una visita rutinaria no encontremos nada importante (afortunadamente) pero una limpieza dental siempre es conveniente y necesario, no en vano, La OMS(Organización Mundial de la Salud) recomienda realizarse 2 limpiezas dentales al año para el mantenimiento de una buena salud bucal.

Hoy en día, las limpiezas dentales tienen un precio muy asequible o pueden entrar de manera gratuita como promociones de bienvenida. Siempre es aconsejable realizárselas por prevención de diversas patologías.

¿Por qué hacer una limpieza bucal?

Además de ser antiestético y de causar caries, el sarro es algo peligroso para la salud. Nuestro sistema inmunitario considera a estas bacterias como un cuerpo extraño y, como a cualquier agente patógeno, intenta combatir esta invasión con inflamación y sangrado. Esto puede provocar una inflamación crónica de encías (gingivitis) o enfermedad periodontal.

El sarro son básicamente colonias de bacterias que se han ido cubriendo con minerales, por lo que se ha endurecido y adherido con fuerza al diente. La acumulación de sarro puede ser muy rápida, y una vez sucede, ya no desaparece con el cepillado diario: solo podremos eliminarlo por medio una limpieza dental.

limpieza bucal

¿Cómo se hace?

La limpieza dental es un proceso relativamente sencillo en el que se lleva a cabo un análisis y observación de las piezas dentales y de las encías, con el objeto tanto de detectar y acabar con el sarro existente limpiando la placa bacteriana, como para también asegurarnos si alguna o algunas piezas dentales están afectadas por una afección o, peor aún, pueda haber alguna enfermedad periodontal.

Mediante una lupa y un raspador, el dentista o el higienista teñirá la placa bacteriana para suprimir el sarro acumulado, esta acción también ha de realizarse por debajo de la encía con la cureta. Además, se usará el hilo dental y los llamados cepillos interproximales para limpiar los espacios interdentales. Finalmente, con agua a presión se eliminarán las manchas ocasionadas por alimentos o líquidos con pigmentos, como el café.

La limpieza si se realiza correctamente no daña el esmalte. Se pueden lleva a cabo cuantas limpiezas sean necesarias sin que el esmalte se desgaste: las puntas ultrasónicas que se emplean en la actualidad están especialmente diseñadas para no rayar ni estropear la superficie del diente.

¿Quien puede hacer una limpieza dental?

Aunque habitualmente suelen hacerlo los higienistas dentales, obviamente los dentistas también pueden hacer limpiezas. Siempre debe realizarse por los profesionales autorizados para ello: dentistas e higienistas dentales titulados y colegiados.

Los auxiliares de clínica y los protésicos dentales no están ni legal ni profesionalmente cualificados para hacer limpiezas.

Siguiendo unas buenas pautas de higiene y acudiendo al dentista con frecuencia mantendrás tu boca en perfecto estado.

Puedes ponerte en contacto con nosotros para concertar una cita con nuestros especialistas.