Un implante dental sustituye la pieza natural, deteriorada o perdida, con una raíz artificial hecha generalmente de un metal llamado titanio. Esta “raíz” artificial es el cuerpo del implante, y será introducido en nuestra boca mediante una cirugía.
El titanio es parecido al acero, muy resistente y biocompatible, lo que significa que es un material que no provoca reacciones alérgicas o inmunitarias cuando está en contacto con los tejidos del organismo. El otro material que puede ser implantado gracias a su resistencia y biocompatibilidad es el zirconio.
El implante completo se compone también de la corona, que es la parte visible del nuevo diente, y del pilar, que es la unión entre el cuerpo del implante y la corona. Si quieres saber cómo los dentistas realizamos los implantes, sigue leyendo.
¿Cómo se ponen los implantes?
El primer paso es siempre una evaluación detallada del estado de tu boca y del hueso del maxilar o de la mandíbula, pues ahí es donde se deberá colocar el implante.
Una enfermedad periodontal es uno de los motivos por el que dentista te desaconsejará que te hagas el implante, pero una vez que hayas resuelto este problema, podrán volver a replantearte la colocación del implante.
El dentista te realizará esta evaluación utilizando todos los medios a disposición como el TAC dental, ortopantomografías, radiografías periapicales, escáner oral, etc..
Una vez tomada la decisión sobre qué tipo de implante te hace falta, empieza el tratamiento que consta de 4 fases.
Fases de colocación del implante
- Colocación del implante mediante cirugía.
- Tiempo de espera para que el implante se integre al hueso, de 3 a 6 meses.
- Colocación del pilar, o tornillo, para la corona.
- Colocación de la corona, que sustituirá el diente perdido y devolverá a tu boca la funcionalidad perdida.
Hay casos en los que el hueso del paciente no es suficiente para recibir un implante. Los dentistas pueden realizar un injerto de hueso en la zona interesada y, tras dejar trascurrir un tiempo de curación, iniciar el tratamiento.
También existe la técnica de la carga inmediata. En este caso, se coloca el implante inmediatamente después de extraer la pieza dañada o a las pocas horas. Al colocar el implante, el dentista puede poner una corona provisional hasta que hay pasado el tiempo de cicatrización y pueda poner la corona definitiva.
Esta técnica no está indicada en todos los casos, pero se evalúa atentamente la posibilidad de usar si la pieza perdida está en una zona visible de la boca.
Qué tipos de implantes hay y qué problema pueden resolver
Los implantes más comunes de los que disponen los dentistas permiten sustituir una pieza, un grupo o una arcada completa:
- Implantología unitaria: Es la que acabamos de comentar; es cuando se realiza solo un implante.
- Puente sobre implantes: Si tenemos que sustituir tres o más piezas dentales perdidas contiguas, podemos realizar un puente atornillándolo a dos implantes que nos sirvan de base. De este modo, debilitaremos el hueso lo menos posible.
- Arcada completa con implantes: Podemos sustituir incluso toda una arcada de la boca, superior, inferior o ambas, colocando de 6 a 4 implantes y atornillando a estos una nueva arcada completa.
La periimplantitis
Los implantes no duran toda la vida y asegurarte de que lleguen al máximo de su vida útil (una media de 20 años) dependerá de los cuidados que tengas de tu boca.
Hay que limpiar el implante como si tratase de un diente natural y acudir a todas las revisiones programadas con el dentista, pues un especialista podrá solucionar una ligera infección, por ejemplo, y evitar que se convierta en un problema mayor.
Además de la higiene bucodental y las revisiones periódicas al dentista, el ser fumador es una de las causas que puede hacer que tu implante fracase.
Hay otros motivos, como padecer una diabetes no controlada, que puede causar una periimplantitis en tu implante.
La periimplantitis es el equivalente de la periodontitis en el diente natural y consiste en una pérdida del hueso que rodea al implante y, como consecuencia, del implante.
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